Me distraía la lluvia, me deprimía y traía una abundancia de amargura a mi cara y a todo lo que me rodeaba. Aquel día recuerdo que jugué a ser pequeña, se me daba bien, dentro de lo que cabe.Nunca jugué a ser mayor, porque no se me dá bien. Quizás porque aún no pasé por ello, ni falta que me hace. Estamos en una infinita montaña rusa. ¿Cuándo pararemos de sentirnos así? Quiero volver a sentir aquello que olvidamos y que el tiempo nos arrastro hacia la ignorancia. Que ignorantes fuimos cuando nos dijeron adiós, ahora se lo que se siente en el olvido, ahora siento el dolor.